Publicat el 09/08/2021

Dormir es tan básico para nuestra salud como comer de manera correcta o hacer ejercicio, ya que, mientras dormimos, el cuerpo sufre cambios hormonales, metabólicos y bioquímicos que son fundamentales para vivir.

La relación entre dieta y sueño es muy importante. Según determinan varios estudios, dormir mal nos empuja a comer más y peor, mientras que una dieta deficiente puede afectar a nuestro sueño.

Pautas de nutrición para dormir bien

Por ello, los expertos en salud y nutrición recomiendan tener en cuenta las siguientes pautas:

Nada de bebidas excitantes. Hay alimentos que contienen sustancias que afectan el sistema nervioso central y tienen una acción directa sobre el sueño, como la cafeína. Si queremos asegurarnos de un sueño reparador, no podemos tomar té, café, chocolate ni refrescos de cola a partir de las siete de la tarde.

Evita el alcohol y las bebidas azucaradas. Una ingestión más abundante de alcohol se asocia con una duración inferior del sueño y un descanso peor. Por ello, se debe evitar en lo posible el consumo de alcohol, así como de bebidas azucaradas, y tomar agua como bebida habitual.

Cuenta con las especies. Las comidas muy condimentadas con especias picantes perjudican el sueño, ya que aumentan la temperatura corporal.

Consume proteínas magras. Según diferentes estudios, una presencia más intensa de proteínas en la dieta podría mejorar la calidad del sueño. Carnes magras, pescado, legumbres, huevos, lácteos y frutos secos son fuente de proteínas que aportan, entre otras cosas, triptófano, un aminoácido que permite al organismo de sintetizar serotonina y melatonina, dos sustancias que favorecen la calidad del sueño en el ámbito cerebral.

Ten cuidado con los hidratos. Lo que realmente importa de los carbohidratos a la hora de dormir es de qué tipo son. Los de alta calidad nos ayudan a dormir mejor y son los que tienen un índice glucémico bajo: pasta integral, legumbres, frutas y verduras.

 

Redacción La Clave

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